Ely realizó sus propias escenas de riesgo, trabajando con animales salvajes como tigres y chimpancés, algo que destacó su dedicación al personaje. La producción había contratado previamente a Mike Henry, pero su dificultad para trabajar con los chimpancés complicó la filmación, por lo que finalmente eligieron a Ely para interpretar a Tarzán.

Ron Ely dejó una marca en la cultura pop al interpretar un Tarzán más sofisticado y menos primitivo. Aunque no alcanzó la fama de Johnny Weismuller, construyó su propio legado a través de su versión única del personaje y su valentía en las escenas peligrosas.

Además de su carrera actoral, su hija subrayó su impacto positivo en las personas a su alrededor, destacando su carácter ejemplar y su carisma duradero, haciendo de Ely un ícono que dejó huella en su tiempo.